Cuando llega la mitad del año, siempre me gusta hacer una revisión para ver dónde estoy parada y así, tomar perspectiva para dar con más fuerza los próximos pasos.
Estoy firmemente convencida de que somos seres integrales, que no podemos particionar los distintos ámbitos de nuestra vida y, por eso, cada vez que hablo de objetivos y planes hago hincapié en la importancia de de que estos se inserten orgánicamente.
Es por esto que, cuando hablo de revisiones, hablo de la vida en todos sus aspectos. Hoy te abro la puerta a mis listas. Que no tienen que ser las tuyas y que, sin duda, podrían completarse con otras. Pero, si te sirven de inspiración, bienvenido sea.
- Cosas que agradezco: siempre empiezo por esta lista. Aunque la gratitud es un hábito diario que incorporé hace años, tomarme uno o dos momentos del año para poner perspectiva sobre las cosas por las que me siento agradecida mejoran mi mirada sobre todo lo demás.
- Cosas que aprendí: a veces no nos damos cuenta de la cantidad de cosas que aprendemos. No me refiero a los datos, sino a esos aprendizajes que, quizás muy sutilmente, van transformando quienes somos.
- Cosas que hice por primera vez o lugares nuevos que conocí: esta lista en particular me recuerda que no importa la edad que tengamos, la capacidad de descubrimiento es algo que vale la pena cultivar siempre.
- Cosas que hice por mí: creo que sin auto-cuidado es muy difícil alcanzar otro tipo de logros. Todo lo que se relaciona con el cuidado físico, mental y espiritual entra acá. Incluyendo los momentos de disfrute que nos permitimos. Muchas veces, debo confesar, sale de esta lista una nueva lista de “pendientes” o de nuevos objetivos. Y está bien, porque sin este espacio de revisión, quizás ni siquiera lo notaría.
- Mis logros: no importa qué tan grandes sean ni en qué ámbito. Todo lo que sienta como un logro va acá.
Si a esta altura te estás preguntando qué tiene que ver esto con tu negocio o tu carrera profesional, teneme un poquito de paciencia y seguí leyendo. Como siempre digo, no doy ningún tipo de receta universal, menos que menos cuando te estoy compartiendo algo que para mí es tan personal. Pero cuando algo siento que funciona, no me lo puedo guardar.
Completar estas listas me permite tener una perspectiva amplia de las cosas que son importantes para mí, me conecta con el disfrute y me ayuda a elevar la autoestima. Habiendo trabajado la gratitud, la creatividad, los aprendizajes, el auto-cuidado y los logros, puedo pasar a datos más duros. Y ahí, no tengo listas originales para compartirte, y mucho menos, listas universales. Ahí, solo por nombrarte algunos, te recomiendo analizar:
- Tus ingresos y gastos.
- Tu rentabilidad.
- Cualquier otra métrica que sea significativa respecto de tu negocio y tus objetivos.
- ¿Cómo se comportaron respecto a tus expectativas al inicio del año?
- ¿Qué acciones no funcionaron? ¿Cuáles sí?
Ahora sí, es el momento de diseñar los meses que quedan, pero sin perder de vista que no son un plazo de vencimiento, sino uno de los muchos pasos en el camino.